martes, 5 de febrero de 2013

DIAMANTES

                                                                     
               



A veces cuando llueve
como hoy
en mi oído tu respiración
acompasada...
me susurras
¿ qué vale más que mis palabras ?

con ese tono especial
entre tierno ...
como el rosado de nuestras sabanas.
entre juguetón...
como el alero de nuestra cabaña
que se mece en el viento
como llamando al mar del horizonte

 y yo
ante esa pregunta
me quedo callada
porque en mi mente
eternamente burbujeante
¡Siempre sobrada de palabras!

todas y cada una
 que se refieren a ti
van a las tuyas
que son cascada de cristal
nube  exuberante
que crece y crece hasta desbordarse
cascada que  me abre
 como un cielo
 la mente
 con su ritmo
 especial  y  mágia
y siento que todo junto
me sincroniza
 el ritmo, magia de tu lengua
 y  mi vida
que nunca sale de ese espiral
pienso  también en  tus letras
las que  decoras por todo el diccionario
formando sentimientos
provocándome respuestas
 amor
caricias
...deseo
del uno al diez y seguir contando
tus infinitos  versos

también son dueñas 
de un universo
increíble de colores,
y el reflejo único de sus tonos
esos que  describen
el prisma de tu alma
y la forma profunda en que sientes

y doy fe
que el lienzo de tu lenguaje
¡ te muestra mejor que al arco iris !...

 ... pienso en el carbón
 que en millones de años
sale de lo profundo triunfante!
 y necesita poco para  deslumbrar
para  brillar como mis lágrimas
las de emoción por escucharte
 y en lo más intimo de mi
no sé cuál es la respuesta

sólo sé que me alegra
 que esos millones de años
te hagan maravilloso junto a mí,
y provoquen el milagro
de fundirme en tu verbo alado
 ¡volar  volar y perderme!
rodeada de su sonido
y escuchar tu pregunta de nuevo
me regresa a la realidad
¿ qué vale más?...
y la verdad la expresa el corazón
que sabe del amor
y es quien mejor  responde
¡Nada!...
¡ nada vale más que tus palabras!

porque en su transparente puro me llevan
a descubrirlas en cortes  perfectos!
rayos de sol
 en abrazo cálido
en mi frío eterno cobijo
 de un íntimo exquisito

 lunas resplandecientes
 en silentes noches
con cielo de estrellas
 infaltables

 y porque a veces cuando llueve
como hoy 
en lo más hondo de mi alma
el brillo puro de tus palabras
¡Diamantes!
es cuando más destellan


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