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suavemente
tu mirada va hacia mi
como una tìmida flor
que intenta abrirse,
mis pupilas alzan vuelo
y fugazmente se atreven
a posarse en las tuyas
como dos delicadas mariposas...
las mudas al cielo
las mudas al cielo
y lo señalas
te sigo
y miro la noche tambièn
rodeada de estrellas
pero nos desnuda
su magnificencia.
y sòlo consigue,
que renuentes
guardemos nuestras sublimes aladas
dolidos por la imposibilidad
de cumplir un deseo.
Se queda en intento
el roce de nuestras manos
y en triste aceptaciòn
resignados, apenados
llevamos el sueño a la luna
y ahì en el altar de nuestro silencio
se queda grabada por siempre
una confesiòn
y en el pecho encarcelado...
un suspiro ...
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Sueños, confesiones mudas, suspiros silenciados... amores imposibles. Cuánta dulzura pones en lo que escribes, cuánta sutileza.
ResponderEliminarUn beso
Irene
Fermina, nosotros somos seres que navegan dentro de diversos mares...
ResponderEliminardulce?, sutìl?...puede ser.
Yo te mando mil, te admiro mucho Irene!
Ays!
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