lunes, 17 de septiembre de 2007

NIÑOS... Pablo



Pablo camina con sus pies gastados de tanto ir descalzo por las calles, las plantas endurecidas y callosas ya no sufren del calor ni del frìo,pero la panza reclama un poco de algo comestible,la ùltima vez fuè un pedazò de pizza en mediano estado encontrada al azar dentro de uno de los tantos botes de basura en el mercado y un poco de fruta que pudo alcanzar del desperdicio,ya que los màs grandulones apañaban la mejor parte, no sin antes repartir uno que otro madrazo a los intrusos.El era ya uno, desde que por falta de donde asearse ,y verse demasiado sucio no lo querian agarrar de cargador los repartidores, porque daba mal aspecto a los clientes que diariamente compraban mercancìa en esa central de abastos.Una vez intento bañarse en una fuente pùblica junto con dos amigos ocasionales, pero para mala suerte los cachò la patrulla y a èl lograron alcanzarlo por malnutrido y corto de edad,a sus tiernos ocho años ya sabìa lo que dolìan los golpes y las celdas frìas,lo soltaron a los dos dìas porque sòlo traìa diez pesos en el raìdo pantalòn y nadie que pagara la multa, no sin antes lavar todas las cloacas de aquel pestilente lugar...

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